El Espíritu Santo

Publicado: 24 septiembre, 2010 en Espíritu Santo, Relaciones, Santidad
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EN PRO DE LA PERSONALIDAD

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

JU A N 1 4 : 1 6 – 1 7

Fue de gran bendición estar junto a Jesús mientras él caminó sobre la tierra. La gente aprendió a confiar en él como el maestro de toda situación. Mientras estaban a su lado, no tenían por qué preocuparse de que algo saliera mal; estaban seguros de que él se encargaría de todo.

Aquellos que habían pasado mucho tiempo junto a él, sabían que EL podía resolver cualquier situación que pudiese surgir. ¿Tiene problemas con los recaudadores de impuestos, le están cobrando impuestos que aún no se han vencido? No se preocupe, Jesús está aquí. “Ve al mar, y echa el anzuelo,” el maestro le dijo a Pedro, y del primer pez que saques, toma la moneda que está en su boca y  paga los impuestos.

¡Que oportuno es tenerlo a nuestro lado! O imagínese que después de haber atraído a una gran multitud se da cuenta de que no hay suficiente comida.    No hay por qué  preocuparse.  Aquí está un muchacho que tiene cinco panes y dos pececillos, sienten a la gente en grupos, Jesús se encargará de todos ellos. Además, una vez que todo haya terminado, recogerán 12 cestas llenas de lo que sobre.

Como ya dije, que oportuno tenerlo a nuestro lado. O quizás los Fariseos están tratando de hacerlo caer, y confundirlo a través de una pregunta técnica. No sufra, Jesús se encargará de ellos. No piense más en el asunto, déjeselo al Maestro.

Bueno, pero, ¿qué pasa si me encuentro en medio de un mar tempestuoso a punto de naufragar? ¿Qué debo hacer? La misma canción, cuarta estrofa. Jesús tiene el poder para calmar la tempestad y llevarlo sano y salvo a su deseado refugio. Como ya se ha dicho, siempre es bueno tener a Jesús a nuestro lado.

Esta es la lección que los discípulos aprendieron una y otra vez durante tres años maravillosos. Ellos descubrieron que Jesús era una persona increíblemente práctica para tenerla a su lado, nunca se preocuparon de nada mientras Jesús estuvo presente. Aprendieron a estar tranquilos y confiados pues sabían que el Señor estaba ahí para ayudar.

CAMBIOS EN EL VIENTO

En el capítulo catorce de Juan, los vientos del cambio comenzaron a soplar. Jesús les dijo a sus discípulos de una manera simple, que estaba a punto de ir a la cruz para ser Crucificado.  Aún cuando ellos no entendían todo lo que EL decía, se sintieron  sumamente perturbados por sus palabras. Ellos no querían que se fuera, y sus corazones se llenaron rápidamente de temor y confusión. El solo hecho de que Jesús dijo, “no se turbe vuestro corazón,” es un indicio de que sus discípulos estaban atribulados y temerosos. Se preguntaban a sí mismos, ¿qué haremos sin Jesús?,  Jesús en respuesta a su incertidumbre dijo:

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros (Juan 14:16-17).

Este es un punto central en el evangelio de Juan. Jesús le dijo a sus amigos, “es verdad que me voy a ir, y a donde yo voy, ustedes no pueden ir en este momento, pero ¡no se preocupen! Voy a preparar lugar para vosotros, y a su tiempo vendré otra vez y los recibiré a mí mismo.

Mientras tanto no los dejaré huérfanos, no los dejaré sin ayuda. Yo le pediré al Padre que les dé a otro para que esté a su lado y les ayude. No los voy a abandonar; no los dejaré huérfanos.

La palabra griega que se traduce “huérfanos” en Juan  14:18 es orphanous, literalmente “huérfanos.” Jesús les prometió a sus amigos que no los dejaría huérfanos. Para cumplir ésta promesa, el Maestro dijo, yo le rogaré al Padre, y le pediré que les envíe otro “Consolador.”

En griego, la palabra que se traduce “Consolador,” es paracletos. Para es la preposición griega “con” o “al lado de,” y cletos es la palabra para “llamado.” Así que Jesús está diciéndole a sus amigos, que le rogaría al Padre para que les enviará otro ayudante para que estuviese a su lado ayudándoles, y la ayuda que ellos recibirían sería el ayudante mismo.

UN AGENTE ESPECIAL DE DIOS

El Espíritu Santo es Dios mismo, una persona con quién puede disfrutar una relación personal. EL no es solo una fuerza impersonal, poder o esencia dentro del universo, sino una persona que puede hablar con usted y usted con EL.

EL es una persona que puede guiarle, ayudarle, fortalecerle, y enseñarle la verdad de Dios.

El Espíritu Santo es el agente por medio del cual Dios obra hoy en el mundo, dentro de la iglesia e individualmente en los creyentes. Por esta razón necesitamos estar bien familiarizados con el Espíritu Santo, pues ha sido puesto por el Señor sobre la iglesia para guiarla, dirigirla y darle poder a sus actividades.

Cuando Jesús le dijo a sus discípulos, “y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre” (Juan 14:16), EL estaba animándolos a prepararse para una nueva manera de relacionarse con Dios de aquí en adelante. Una nueva manera, pero no una manera totalmente extraña.

En griego, la palabra otro en la frase “otro Consolador” es allos, la cual quiere decir “de la misma clase o igual calidad; otro del mismo orden.” Hay otra palabra griega, heteros, que se traduce “otro,” pero quiere decir “de diferente calidad.” Por ejemplo, suponga que usted va a rentar un automóvil de la compañía Hertz. Al acercarse al mostrador, el encargado le dice, “lo siento mucho caballero, pero ya no tenemos ningún automóvil compacto como el que usted reservó. Le podemos dar otro automóvil, un Mercedes Benz, por el mismo precio. ¿Le gustaría tomar la oferta?” En este caso la palabra otro en griego es la palabra heteros, pues no es el mismo o de la misma calidad. Por el otro lado, suponga que usted reservó un Mercedes Benz, y la persona le dice, “sentimos mucho no poderle dar un Mercedes Benz, pero podemos darle un Cadillac.” Este automóvil es otro automóvil mas o menos de la misma calidad del que usted reservó (allos).

Así que, cuando Jesús dice, que el Espíritu Santo es de la misma calidad que EL, quiere decir que el Espíritu posee las mismas cualidades esenciales que EL tiene, especialmente divinidad y personalidad. En esencia, le dijo a sus discípulos, yo he estado con vosotros, pero ahora me voy a ir. No los voy a dejar solos, le rogaré al Padre que les dé otro Consolador, allos, de la misma calidad que yo.  Así como yo estuve con vosotros y tuve cuidado de cada una de sus situaciones, así también el Espíritu Santo estará con vosotros y tendrá cuidado de cada situación por vosotros.

Chuck Smith.

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