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La Oración es la acción más completa y maravillosa que podemos desarrollar y compartir con nuestro Padre celestial Jehová, nuestro Señor Jesucristo y el Espíritu Santo.

Éxodos, Deuteronomio, 1 de Samuel, 1 de Reyes, 2 de Reyes, 1 Crónicas, 2 de Crónicas, Esdras, Nehemías, Job, Salmos, Isaías, Jeremías, Daniel, Jonás, Malaquías, Mateo, Marcos, Lucas, Hechos, Romanos, 1 de Corintios, 2 de Corintios, Efesios, Colosenses, 1 de Tesalonicenses, 2 de Tesalonicenses, 1 de Timoteo, Santiago, Judas. Todos estos libros de las Sagradas escrituras hablan de manera especial y directa de la relación de los siervos y discípulos orando a su Padre Celestial en todo tiempo y en todo momento, y quién más que nuestro propio Señor Jesucristo, apartado, en soledad y calma comunicándose con su Padre por medio de la oración continua y sincera, abierta, transparente, con el corazón abierto porque solo Dios conoce lo que hay en nuestros corazones. El Pastor Larry Lea comenta acerca de la Oración y el Desarrollo espiritual:

La noche antes de la Crucifixión, Jesús atravesó la privilegiada senda de la oración, abierta ahora a los suyos gracias a la Cruz: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” (Jn. 16:24). A través de su propio ejemplo, Cristo colocó la oración en el centro de la vida cristiana. Cuando oramos tranquilos, todos los demás aspectos de la vida fluyen sin dificultad, mientras la Palabra de Dios nos alimenta. Pero, la oración es un enigma para quienes la consideran algo demasiado místico, y un problema para aquellos que encuentran muy difícil establecer el hábito de orar.  Debemos adoptar los secretos que ayudan a desarrollar el hábito de orar, estimulando la reflexión que conduce a los creyentes a incorporar las normas prácticas de la vida de oración, y no dictando reglas. El resultado de ello es una oración que trae consigo bendiciones y frutos a la vida.

Es importante comenzar a entender que nuestras oraciones deben estar de acuerdo con el carácter y la voluntad de Dios, orar es estar de acuerdo con la voluntad de Dios no con nuestra propia voluntad, no por medio del debate o los argumentos, para que pueda ser probada nuestra fe. La oración constante es clave para todo en nuestra vida cristiana, para su completo desarrollo y protección de los santos que estamos en el camino de la perfección espiritual.

Podemos citar cientos de versículos que expresen el contenido sencillo y completo de lo que significa la oración en la vida cristiana, pero vamos a citar en este momento a Juan 4:34: Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

La búsqueda de Dios en oración es la senda hacia la satisfacción. Cuando Jesús rehusó el alimento ofrecido por sus discípulos y declaró, “Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis” (versículo 32), no estaba diciendo que el hambre y la sed físicas eran pecaminosas, de hecho posteriormente El hizo del comer y beber señales sacramentales. Sin embargo su hambre espiritual tenía prioridad sobre los apetitos físicos. El encontró la satisfacción en una comunión profunda con Dios y en hacer la voluntad de su Padre.

El aplauso, las posesiones y las adquisiciones materiales pueden nutrir la vanidad y nutrir la ambición, pero no dan sustento al espíritu. Una búsqueda de Dios en oración nos conducirá al hallazgo de nuestro alimento, de nuestra fortaleza espiritual y a la satisfacción de hacer la voluntad de Dios. Como Jesús, descubriremos la voluntad de nuestro Padre a través de la comunión diaria con EL. Y así recibiremos la fresca unción del Espíritu Santo, su guía, y los dones que tiene preparados para sus santos.

Los grandes Ministerios se levantan entre la abundancia de Dios y la necesidad humana. Apoyarlos mediante la oración y el ayuno dará lugar a señales y prodigios, mientras Dios confirma su palabra, inclusive las grandes liberaciones vienen a través de la oración y el ayuno, los líderes espirituales como Pablo oran para que Cristo imprima su naturaleza  sobre las mentes, las voluntades y las emociones de las personas, sabiendo que la fuerza del cristiano reside en el corazón y el espíritu.

Los cristianos debemos recurrir a la oración como único medio para recibir el  Amor y el poder de Dios para obrar, para transmitir, para honrar y glorificar su nombre, para levantar a la iglesia, a menudo, las cosas que amenazan con sofocar  o destruir a la iglesia, vienen a ser los medios de su preservación y avance, solo por medio de la oración.

El Pastor Guillermo Novoa habla de la oración corporativa, comunitaria, intercesión por nuestros hermanos dentro y fuera de la iglesia, orar los unos por los otros como lo dijo nuestro amado Señor Jesucristo. Estamos en una constante y permanente confrontación con el mal, con el enemigo, y es solo por medio de la oración constante como podremos ser liberados y apartados de estos ataques y confrontaciones con el mal.  En ocasiones, no vemos ni creemos la prontitud con la que son respondidas cuando elevamos nuestras oraciones y súplicas a EL.

Empecemos desde ahora a practicar más de la oración y el ayuno, dediquemos tiempo a estar con nuestro Padre, cominuquémonos más con El, nos está esperando, nos está llamando, nos está hablando y no lo queremos escuchar, el tiempo se está acabando y no lo queremos ver, no perdamos la oportunidad maravillosa de poder tener nuestros nombres escritos en el libro de la vida eterna prometida por nuestro Padre Celestial y Creador Todopoderoso Jehová. Amén.

La verdadera entrega no es la de nuestra vida exterior, sino la de la voluntad. Y cuando nos rendimos así, no queda nada por hacer. La crisis más grande que podemos enfrentar es la entrega de nuestra voluntad.

Sin embargo, Dios nunca nos obliga ni nos ruega para que lo hagamos. EL espera con paciencia hasta que voluntariamente nos rindamos a EL. Una vez que esa batalla se ha ganado, nunca mas será necesario librarla.

ENTREGA PARA LIBERACION: Venid a mi… y yo os haré descansar.(Mateo 11:28).

Nosotros rendimos nuestra voluntad a Jesús para obtener descanso solo después de que comenzamos a experimentar lo que significa la salvación. Cualquier cosa que este creando una sensación de inseguridad, en realidad es un llamado a nuestra voluntad: Venid a mí. Es un acercamiento voluntario.

ENTREGA PARA CONSAGRACION: ….Si alguien quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo…(Mateo 16:24). Aquí soy yo quien se rinde a Jesús, con el descanso de EL en mi corazón. “Si quieres ser mi discípulo, debes renunciar a tus derechos y cedérmelos a mi”. Después, lo que resta de la vida solo es la manifestación de esa entrega. Nunca mas deberías preocuparte por lo que el futuro te depare. Sin importar cuales sean tus circunstancias, Jesús es mas que suficiente. (ver 2 Cor 12:9 y Filip 4:19).

ENTREGA PARA MUERTE: …. Te ceñirá otro…(ver Juan 21:18-19).

Has aprendido lo que significa ser ceñido para la muerte?  Pues ten mucho cuidado de rendirte a Dios en un momento de emoción, de éxtasis, porque luego podrías retractarte.

La verdadera entrega consiste en estar unidos con Jesús en la semejanza de su muerte, hasta que no pueda interesarte nada que no le haya interesado a EL.

Y después de que te rindas, qué?  Tu vida entera se caracterizará por la aspiración de mantener una inquebrantable comunión y unidad con Dios.