Archivos para enero, 2011

Este es un tema que para muchos es muy complicado, y con frecuencia le dan la espalda al no querer enfrentar una realidad que es muy común en la vida de pareja en el matrimonio. Cuántos de ustedes no se habrán hecho la siguiente pregunta: por qué me casé,  para qué, y con quién me casé? Y como éstas, muchas otras preguntas que rondan en nuestro pensamiento en muchas ocasiones a lo largo de nuestro matrimonio. Al punto de llegar a pensar: Amo a mi esposa?, Amo a mi esposo?, estoy dispuesto o dispuesta a soportar aún más, o debo tirar todo a la basura y abandonarlo todo? Todas las respuestas a nuestras interrogantes se encuentran en el libro más maravilloso que podamos encontrar en cualquier librería a nivel mundial: La Biblia.

Empecemos viendo lo que a lo largo del Antiguo Testamento habla Jehová con respecto al Amor, y Jesucristo su Hijo Amado nos enseña  a lo largo de todo el Nuevo Testamento con respecto al Amor:

Mateo. 19:19. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Mateo. 22:39. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Rom.13:9-10.  Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimento de la Ley  es el Amor.

Gal. 5:14. Porque toda la Ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Stg.2:8. Si en verdad cumplís la Ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis.

Partiendo de este mandamiento divino, nos podemos dar cuenta de que si ponemos en práctica lo que aquí dice Jesús, nuestra vida no solamente en nuestro matrimonio, sino también en cualquier otro aspecto donde nos encontremos será maravillosa. El Ministerio más grande en la vida de nuestro Señor Jesucristo es el Amor, EL es Amor  y lo dejó como un legado en su primera visita aquí en la tierra, y lo demostró como ningún otro.

Tu matrimonio es un compromiso sagrado, no un contrato social.

Quizás eres una esposa tratando de hacer que tu esposo te escuche, un marido determinado a complacer a tu esposa, o realmente no?,  todos nosotros tenemos la necesidad de escuchar y ser escuchados, de honrar y ser honrados, de amar y ser amados. Pero en el plano real las cosas son muy diferentes, y podríamos estar analizando y discutiendo por horas los diferentes escenarios, las diferentes situaciones en la cuales todos y todas quisiéramos tener la razón, y hacer valer nuestras opiniones.  Pero si enfocamos nuestras acciones y nuestras decisiones a lo espiritual, porque sabemos que somos seres espirituales desde que morimos en la carne, y nos entregamos por completo a Jesucristo, la vida de matrimonio comienza a ser mucho más hermosa y tranquila de lo que podamos imaginar. Debemos basar nuestras acciones en el respeto y el Amor, sabiendo y determinando  que el Amor es una decisión, y no solo un sentimiento que cuando se disuelve, igual que cualquiera de nuestras emociones, se hace efímero, y desaparece el día menos pensado. Tomemos la decisión de Amar a nuestras esposas (os), con Amor entrañable y puro como Jesucristo nos Ama a nosotros, a Su iglesia.

Efesios 5:1-2. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos Amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Tu matrimonio es un pacto, un compromiso sagrado ante Dios, no importa en cuál de las denominaciones de la iglesia lo hayas hecho, Católicas, Evangélicas, Pentecostales, Mesiánicas, Cristianas, etc;  cualquiera de ellas deben basarse en la palabra y como creyentes de esa palabra debemos cumplirla a toda costa, pase lo que pase, fielmente.

Efesios 5:22-33. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y Él es el Salvador del cuerpo. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra, para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la sustenta y la cuida, como también el Señor a la iglesia; porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos serán una sola carne. Este misterio grande es: mas yo digo esto con respecto a Cristo y a la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros en particular, ame también a su esposa como a sí mismo; y la esposa respete a su marido.

Las instrucciones específicas que el Apóstol Pablo da a esposos y esposas constituye un destello de las relaciones entre Cristo y su Iglesia: un modelo celestial para todo matrimonio terrenal. ¿Cómo debo conducirme con mi esposa? Mira a Cristo, el Esposo divino, en su relación con la Iglesia: la ama, se sacrifica por ella, está atento a sus intereses, la cuida; debes ser tan sensible a las necesidades de ella y a lo que la hace sufrir, como lo eres con los miembros de tu propio cuerpo. A su vez la esposa debe preguntarse: ¿Cómo debo conducirme con mi marido? Fíjate en la desposada escogida, la iglesia, en su relación con Cristo; respétalo, reconoce que él está llamado a ser la cabeza de la familia como líder espiritual, responde positivamente a su liderazgo, escúchale, encómialo, mantente unida en propósito y en voluntad con él; se una ayuda verdadera (ayuda idónea, véase Gn. 2:18). Ningún marido y ninguna esposa puede hacer esto sólo apoyándose en su fuerza de voluntad o resolución, pero como somos a hechura de Dios (al igual que nuestro matrimonio) el Señor te ayudará a lograrlo siendo obedientes, también  por medio de la oración continua, de la comunión con Dios, orando sin cesar,  y en todo momento.

Debemos tener cuidado esposos Cristianos de la manera como interpretamos las escrituras, esto no quiere decir que poseemos superioridad masculina sobre nuestras esposas, o debamos utilizarla como pretexto para explotar y/o maltratar a las mujeres o a nuestras esposas.

¿Qué debemos hacer antes de tomar cualquier decisión equivocada? Estudiar la palabra, pedir la intervención del Espíritu Santo de Dios, orar sin cesar, tomar la decisión correcta de Amar a Jesucristo en primer lugar, y luego transmitir de ese Amor a nuestras esposas(os).

Mateo.5:31-32. También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, déle carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.

Mucho cuidado con esto maridos y esposas: en Mateo 5:27-28. dice claramente la palabra: Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Solo con mirarla y codiciarla en nuestros corazones, es suficiente para cometer adulterio. Algunas veces nuestros ojos y pensamientos nos traicionan, y muchas otras el enemigo conociendo nuestras debilidades nos presenta la tentación en frente de nuestros ojos. Seamos fuertes en verdad, en Amor, seamos capaces de transformar la vida de nuestros matrimonios a través de la palabra de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Seamos hombres valientes y honestos, no seamos hipócritas ante nuestra realidad como sacerdotes de nuestro hogar, aferrémonos a la palabra cada día más, y compartamos más con Jehová,  con su Hijo Jesucristo que es fuente de agua viva, y con su Espíritu Santo, quien es El que está trabajando continuamente por la iglesia. Amemos a nuestras esposas, esposas Amen a sus esposos desde las entrañas, con el corazón abierto, transparentes a la verdad, con valores y con el espíritu levantado hacia el Señor. Seamos hombres y mujeres capaces de derribar las murallas fabricadas por satanás para dividir nuestros hogares, seamos capaces de enfrentar nuestra realidad, aprender a perdonar y rectificar en la palabra con sabiduría para el bien de nuestros hogares y la edificación correcta de los mismos y de nuestras iglesias, con Amor, con el mismo Amor que nos ofrece cada segundo nuestro Padre Celestial, y Su incomparable Hijo Jesucristo. Y así como nuestro Señor y Salvador Jesucristo vino a la tierra y dejó entre muchos otros Su legado de Amor, dejemos nosotros nuestro legado de Amor a las generaciones venideras, nuestros hijos para que ellos no cometan los mismos errores y tomen las mismas decisiones equivocadas que nosotros tomamos cuando no caminamos de la mano de Dios.  Amen.

ALEX.

Gracias: primero a Jehová Padre, a Jesucristo Hijo, y al Espiritu Santo, por habernos dado la oportunidad de estar de vuelta en la realización de esta maravillosa labor de compartir con todos los que visitan esta página la palabra, el evangelio de Dios.

Gracias a los que aún y cuando no se escribieron más artículos ni devocionales estuvieron conectados e insistieron en revisar y navegar en el blog Alimento de Jehová, gracias de todo corazón de mi parte y de mi esposa.

Que Dios los bendiga a todos ustedes por igual.

El problema que se suscitó, y esto lo quiero comentar para que ustedes en sus hogares tengan cuidado,  suelo yo navegar e interactuar con páginas en la web provenientes de otros paises, unas de esas páginas que parecen ser a simple vista inofensivas con información general, contaminó el disco duro de nuestra computadora, destruyendo parte del mismo y la gran mayoría de los archivos que allí se encontraban.

El profesional que hizo la reparación y el cambio del disco duro, nos explicó que el daño provenía no solo de esas páginas específicas que yo había visitado, sino también de correos recibidos en nuestra bandeja de entrada provenientes de servidores de amigos nuestros en Suramérica y Europa. Obviamente no quiere decir que en todo el resto del mundo no existan los virus que atacan los servidores, o personas que los diseñen para hacer mal, sino que el daño en la nuestra específicamente provino de una de esas páginas. Hago este comentario con el fin de advertirles que aunque nuestra computadora posee antivirus y otro detector actualizado de archivos infectados, fue catastrófico para la misma, por lo cual nos vimos obligados a cortar con la publicación de nuevos artículos y devocionales.

Tenemos fe, confiamos en Dios y le damos gracias de que siempre provee el dinero necesario para toda reparación, y que además cortó con el trabajo mal hecho de satanás que nunca logra vencer a Dios y nunca lo logrará, tratando de romper con uno de los medios de expansión de Su palabra. Así que yo exhorto a todos mis hermanos y hermanas en la fe que visitan esta página que compartimos con ustedes mi esposa y yo, guiados por el Espiritu Santo de Dios a que nos unamos en oración para que el enemigo no pueda interrumpir de nuevo su publicación, y que por el contrario siga alimentando espíritus a la manera de nuestro Creador y Padre Santísimo Jehová. AMEN!

Que Dios Todopoderoso los bendiga!!!!

Alex.