Archivos para septiembre, 2010

La verdadera entrega no es la de nuestra vida exterior, sino la de la voluntad. Y cuando nos rendimos así, no queda nada por hacer. La crisis más grande que podemos enfrentar es la entrega de nuestra voluntad.

Sin embargo, Dios nunca nos obliga ni nos ruega para que lo hagamos. EL espera con paciencia hasta que voluntariamente nos rindamos a EL. Una vez que esa batalla se ha ganado, nunca mas será necesario librarla.

ENTREGA PARA LIBERACION: Venid a mi… y yo os haré descansar.(Mateo 11:28).

Nosotros rendimos nuestra voluntad a Jesús para obtener descanso solo después de que comenzamos a experimentar lo que significa la salvación. Cualquier cosa que este creando una sensación de inseguridad, en realidad es un llamado a nuestra voluntad: Venid a mí. Es un acercamiento voluntario.

ENTREGA PARA CONSAGRACION: ….Si alguien quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo…(Mateo 16:24). Aquí soy yo quien se rinde a Jesús, con el descanso de EL en mi corazón. “Si quieres ser mi discípulo, debes renunciar a tus derechos y cedérmelos a mi”. Después, lo que resta de la vida solo es la manifestación de esa entrega. Nunca mas deberías preocuparte por lo que el futuro te depare. Sin importar cuales sean tus circunstancias, Jesús es mas que suficiente. (ver 2 Cor 12:9 y Filip 4:19).

ENTREGA PARA MUERTE: …. Te ceñirá otro…(ver Juan 21:18-19).

Has aprendido lo que significa ser ceñido para la muerte?  Pues ten mucho cuidado de rendirte a Dios en un momento de emoción, de éxtasis, porque luego podrías retractarte.

La verdadera entrega consiste en estar unidos con Jesús en la semejanza de su muerte, hasta que no pueda interesarte nada que no le haya interesado a EL.

Y después de que te rindas, qué?  Tu vida entera se caracterizará por la aspiración de mantener una inquebrantable comunión y unidad con Dios.

Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios… (2 Cor.10:5)

Derriba algunas cosas con determinación.  La liberación del pecado no significa ser libre de la naturaleza humana. Hay áreas de esta naturaleza, como los prejuicios, que el creyente puede destruir dejándolos de alimentar y abandonándolos.

Pero hay otras que deben ser violentamente destruidas, por la fuerza divina que imparte el Espíritu. Existen algunas circunstancias contra las cuales no debemos luchar, sino solamente estar firmes y ver la salvación de Dios (ver Éxodos 14:13). Toda teoría o concepto que se levante como una barrera contra el conocimiento de Dios debe ser derribado con determinación por el poder de Dios, no por el esfuerzo humano  ni transigiendo para llegar a un acuerdo (ver 2 Cor 10:4).

La lucha empieza solamente cuando Dios ha cambiado nuestra naturaleza y hemos experimentado la santificación. La guerra no es contra el pecado. Nunca podremos luchar contra él. Jesucristo lo venció cuando nos redimió. El conflicto tiene que ver con el cambio de nuestra vida natural por la espiritual, lo cual no es fácil, ni Dios espera que lo sea.

Solamente lo logramos por medio de una serie de elecciones morales. Dios no nos santifica en cuanto al carácter, sino en el sentido de que nos declara inocentes, y nosotros debemos transformar esa inocencia en un carácter santo, por medio de nuestras decisiones morales. Estas determinaciones se oponen continuamente a las áreas de  nuestra vida natural que se han atrincherado y que se levantan como barreras fortificadas contra el conocimiento de Dios. Podemos retroceder y dejar de tener valor para su reino, o derrumbar esas barreras con resolución dejando que Jesús lleve otro hijo a la Gloria (ver Hebreos 2:10).

AQUI ESTOY

Publicado: 8 septiembre, 2010 en Uncategorized

Aquí estoy  mi Amado Padre, Creador y Amigo, adorándote y alabándote, arrodillado delante de ti pidiéndote a gritos que perdones a diario mi pecado, mis fallas, mis faltas y mi desobediencia.

A ti mi Señor te entregué mi espíritu, mi corazón, mi cuerpo y mi pensamiento para que seas tú el que maneje el timón de mi vida, te Amo Señor y lo digo públicamente a mis hermanos como parte de esta promesa que me has dado y que no he sabido aprovechar al máximo por culpa de mi naturaleza humana imperfecta.

Aquí estoy, gracias te quiero dar Jehová por crearme a tu imagen y semejanza, por permitirme el gran privilegio de ser escuchado por ti, de ser bendecido por tu Espíritu, por ser bañado por tu sangre milagrosa, por ser aceptado por ti como tu hijo y soldado a tu lado, por Amarme como lo haces de manera incondicional, al igual que Amas a todos mis hermanos en la fe.

Aquí estoy, te ruego y te pido por mi iglesia, iglesia que me adoptó en tu presencia Señor como hijo, que me guía como tu hijo, por mis hermanos los que integran mi iglesia, al Pastor que representa este cuerpo maravilloso de la Iglesia Capilla Calvario,  te ruego por mi familia, mis hijos y mi maravillosa esposa a la cual amo con todo mi corazón como solo tú me has enseñado Padre.

Aquí estoy, tómame de tu mano, soy tuyo mi Señor, guía tu mis pasos torpes en este mundo al que no pertenecemos, pero formamos parte de él, llénanos de sabiduría para enfrentar el día a día, danos tu paz, cúbrenos de tu misericordia Jehová Todopoderoso, y permítenos aunque no lo merezcamos, permanecer en ti, y que tu permanezcas en nosotros, dentro de nosotros Señor, y que podamos escuchar tu preciosa voz, para llenar de ti nuestro espíritu, y poder resplandecer y servir de luz a otros que te necesitan tanto como nosotros mismos te necesitamos.

Aquí estoy Padre Amado, que la Gloria sea siempre para Ti Señor, Rey Jehová, Glorioso y Todopoderoso, único Dios creador del cielo y de la tierra y de todo lo que en ella habita, y del grandioso universo que la rodea,  Amén.

Que la Gracia de Dios Padre Todopoderoso,  Jehová, Adonai, Elohim, Jahova, Jehovah, Rey de los ejércitos, Rey de Gloria, Rey del Universo Infinito, UNICO DIOS, te proteja en este día  y a tu familia también, Amén.

FUENTES DE BENIGNIDAD

Publicado: 8 septiembre, 2010 en Uncategorized

…..El Agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna (Juan 4:14)

El cuadro que nuestro Señor nos presenta no es el de un simple arroyo, sino el de una fuente desbordante. Continúa llenándote y la dulzura de esta relación vital con Jesús fluirá de ti tan generosamente como te ha sido dada.

Si hallas que tu vida no está fluyendo como debería, tú eres el único culpable. Algo está obstruyendo la corriente. Te dijo Jesús que permanecieras en la fuente para que fueras bendecido en un nivel personal?

No, sino que de ti brotarán ríos de agua viva, una vida que no se puede reprimir.

Debemos ser fuentes a través de las cuales Jesús pueda fluir como ríos de agua viva, llevando bendición a todo el mundo. Sin embargo alguno de nosotros somos como el mar muerto: Siempre recibimos, pero nunca damos, porque nuestra relación con el Señor Jesús no es correcta. Con la misma seguridad con que nos llegan sus bendiciones, EL las derramará por medio de nosotros.

Sin embargo, cuando las bendiciones no salen en la misma medida que las recibimos, nuestra relación con EL es defectuosa. Hay algo que se interpone entre Jesucristo y tú?  Algo que obstaculiza tu fe en EL?

Si no hay nada, Jesús dice que de ti brotarán ríos de agua viva.  No es una bendición que pasas a otros, ni tampoco una experiencia que compartes con otros, sino un rio que fluye de manera continua a través de ti. Mantente unido a la fuente, cuidando bien tu relación con Jesucristo, y habrá un continuo fluir para otras vidas, sin ninguna sequedad ni falta de vida.

Es exagerado decir que de un solo creyente brotaran ríos?  Cuando te miras a ti mismo, no los ves? Nunca te mires desde la perspectiva de quién eres tú. En la historia de la obra de Dios siempre encontrarás que EL empezó con los anónimos, los desconocidos e ignorados, pero que eran incondicionalmente fieles a Jesucristo.

NO SOY APTO. NO SOY NADIE

Publicado: 3 septiembre, 2010 en Fe, Obediencia

¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos los de Israel? (Ex. 3:11) Moisés se consideró inadecuado para la tarea. y así como cuando nos piden enseñar en la escuela dominical. o compartir el Evangelio con un amigo. somos tentados a decir: «No soy un Lutero, o un Calvino. o un Billy Graham … ¿quién soy yo para hacer esto?», Moisés no se dio cuenta de que había planteado la pregunta filosófica de los tiempos.

Nuestra cultura está particularmente obsesionada con la pregunta: «¿Quién soy yo?»   Esposos han dejado a sus esposas para descubrir quiénes son.   Madres dejan a sus hijos para encontrar su propia identidad.   Sencillamente parece que no sabemos quiénes somos.

Entre a una librería cristiana y encontrará docenas de libros sobre el tema general de cómo desarrollar una sana autoimagen.  Se nos dice que la gente debe tener una buena opinión de sí misma:  tiene que saber qué tan especial es.

Nos debe complacer que Moisés le haya hecho a Dios esta pregunta para que podamos entender mejor la opinión del Señor en cuanto a las dimensiones sicológicas de nuestra autopercepción.  De manera increíble Dios ignoró la pregunta de Moisés.  Sencillamente le dio una promesa: …Ve. porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte (Ex. 3 : 12).   ¿Cómo le ayudaría esto a Moisés en cuanto a saber quién es Él?   ¡La respuesta a esta pregunta. se encontraba en el hecho de saber quién era Dios!   Sólo relacionándonos correctamente con Él podemos establecer ese sentido de identidad. una sana autoimagen.    No mejoramos nuestra autoimagen considerándonos superiores, sino pensando correctamente acerca del Dios que nos ama y nos honra con sus promesas.

La pregunta de Moisés no era una señal de humildad:  pues hablaba con un tono de autodesprecio que revelaba su falta de fe y de disposición para obedecer.   Ser humilde significa que veo mis debilidades, pero también la fortaleza de Dios.   Detrás de la pregunta de Moisés había una terca incredulidad.  La promesa de Dios debió haber sido suficiente para compensar el sentido de inferioridad de Moisés.   Aunque no se consideraba apto para la tarea, podía confiar en su constante presencia.   Si necesitaba sabiduría, Dios se la daría; si requería poder, ÉL tenía una provisión sin límites.   Dios sería su principal aliado y compañero.   Dios. más que llamar a Moisés para que fuera a Egipto. llamaba a este desanimado y testarudo pastor para que se acercara a ÉL.

Hoy podemos confiar en la misma promesa.   No es necesario que nos aflijamos por nuestro futuro financiero ni nos debe vencer el miedo ante quienes quieren hacernos daño.   La palabra de Dios dice: Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo; No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre (He. 1 3:5-6).

Dios no sólo nos da órdenes; también nos capacita para que seamos obedientes.   El Todopoderoso acompañaría a Moisés en cada momento.   Todo lo que necesitaba era su permanente presencia.
Moisés nos representa a todos, pues alguna vez nos hemos opuesto a Dios.  Moisés enseña que cuando nos excusamos, nos acusamos, las excusas revelan nuestra temerosa desobediencia oculta.   Hasta una excusa «débil» puede ser usada para proteger un corazón no dispuesto.

Almavision Radio 88.7 FM | Radio Cristiana en vivo | Radio Cristiana en linea.

UN DESTINO DE SANTIDAD

Publicado: 3 septiembre, 2010 en El Llamado, Obediencia, Santidad
Etiquetas:,

Porque escrito está: “Sed Santos, porque YO SOY SANTO”.(1 Pedro: 1:16).

Debemos recordarnos continuamente cuál es el propósito de la vida. No fuimos destinados solo a ser sanos y felices, sino Santos. En la actualidad tenemos demasiados deseos e intereses que consumen y malgastan nuestras vidas. Muchos de ellos pueden ser correctos, buenos y nobles y algún día se cumplirán, pero mientras tanto Dios tiene que atrofiarlos.

Lo único verdaderamente importante es que el ser humano acepte a Dios, y que EL lo santifique. Cueste lo que cueste, cada persona debe tener una relación correcta con Dios.

Necesito en realidad ser Santo? Creo de verdad que Dios puede entrar en mí y Santificarme? Si cuando el pastor en la iglesia predica, me convence de que no soy santo, entonces me resiento contra su prédica.

Predicar el Evangelio despierta un fuerte resentimiento porque revela que no soy santo; pero también despierta un anhelo dentro de mi persona. Dios tiene un destino único para la humanidad: la Santidad.

Su único propósito es la Creación de Santos. Dios no es una máquina que genera bendiciones eternas para nuestro beneficio. Y no vino a salvarnos por lástima; vino a salvarnos porque nos creo con Amor para ser Santos. La expiación significa que Dios puede ponerme de nuevo en una perfecta unión con EL, sin ninguna sombra entre los dos, gracias a la muerte de su hijo Jesucristo.

Nunca toleres por simpatía contigo mismo o con otros cualquier práctica que no esté de acuerdo con el Dios Santo. La Santidad significa pureza absoluta en tu caminar, en tu manera de hablar y de pensar, es decir, que pones cada detalle de tu vida bajo su voluntad absoluta. La Santidad no es tan solo lo que Dios nos da, sino también  lo que nos ha dado y se manifiesta en nuestras vidas.

LA FELICIDAD DE DIOS

Publicado: 2 septiembre, 2010 en Adversidad, Fe, Relaciones

Fundamento del Hedonismo Cristiano


36 Ahora pues, así dice el Señor, Dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual vosotros
decís: «Va a ser entregada en mano del rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la pestilencia.» 37He aquí, los reuniré de todas las tierras a las cuales los he echado en mi ira,
en mi furor y con gran enojo, y los haré volver a este lugar y los haré morar seguros. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios; 39y les daré un solo corazón y un solo camino, para que
me teman siempre, para bien de ellos y de sus hijos después de ellos. 40Haré con ellos un pacto eterno, por el que no me apartaré de ellos, para hacerles bien, e infundiré mi temor en sus corazones para que no se aparten de mí. 41Me regocijaré en ellos haciéndoles bien, y
ciertamente los plantaré en esta tierra, con todo mi corazón y con toda mi alma. Jeremías 32:36-41

Una vez, en un servicio me referí a la idea de hedonismo cristiano, y un padre se me acercó y me dijo,
“¿Sabe que nuestra hijita pensaba que usted estaba hablando acerca de paganismo cristiano?” Sé que aunque lo pronuncié claramente, hedonismo cristiano, probablemente algunos de ustedes aun seguirán pensando en “paganismo”, porque creen que hedonismo es una filosofía de vida pagana. Y
probablemente tengan razón porque el significado popular de hedonismo es la búsqueda del placer y la indiferencia moral. En 2 Timoteo 3:4 Pablo advirtió que en los postreros días los hombres serán “amadores de los deleites más que de Dios.” Y seguramente ya estamos viviendo en esos días.
Hace dos años Daniel Yankelovitch publicó un libro titulado Nuevas Reglas: Buscando la autosatisfacción en un mundo al revés. Yankelovitch argumenta, sobre la base de extensas entrevistas y encuestas nacionales, que los cambios masivos que han ocurrido en nuestra cultura y la búsqueda de
auto-satisfacción ha creado un grupo de reglas que gobiernan la manera en que pensamos y sentimos como americanos. Él dice, “en su forma extrema las nuevas reglas ponen a las viejas reglas simplemente de cabeza, y en lugar de la ética de auto-negación nos topamos con gente que rehúsa negarse a cualquier deseo – no por un apetito desmesurado, sino por un extraño principio moralista: “Tengo un deber para conmigo mismo” (p. xviii). Él cuenta acerca de una joven en sus treintas que se quejaba con
su psicoterapeuta de que se estaba volviendo nerviosa y temerosa porque la vida se le había vuelto muy agitada – demasiados fines de semana maravillosos, demasiadas discotecas, demasiadas amanecidas, demasiado hablar, demasiado vino, demasiada droga, demasiado sexo. “¿Por qué no paras?” le preguntó suavemente el terapeuta. La paciente se le quedó mirando desconcertadamente por un momento.

Entonces se le encendió el rostro, deslumbrado por una iluminación. “¿Quiere usted decir que realmente no tengo que hacer lo que quiero?” Ella prorrumpió en asombro. El sello de los nuevos buscadores de
auto-satisfacción es que “ellos operan en la premisa de que los antojos emocionales son objetos sagrados, y que es un crimen en contra de la naturaleza abrigar una necesidad emocional no satisfecha”
(p. 59). “Nuestra era es la primera en la que diez millones de personas ofrecen como justificación moral para sus actos la idea de un “yo” ideal y presumiblemente más “real” que no encaja bien con el rol social que se le ha asignado.”

Probablemente el matrimonio es la relación en la que los buscadores de auto-satisfacción y sus nuevas
reglas han causado más revuelo. Yankelovitch tiene una buena percepción al decir, “Los matrimonios exitosos son un entretejido de deseos inhibidos-ceder ante los deseos del otro; aceptar las violaciones a
nuestros propios deseos; disgustos tragados; confrontaciones evitadas; oportunidades de ira desviadas; oportunidades de auto-expresión silenciadas. El introducir la fuerte urgencia de auto-satisfacción en este
proceso es como pasar una escoba por una delicada telaraña. Con frecuencia todo lo que queda es la cosa pegajosa que se adhiere a la escoba; la estructura de la telaraña queda destruida” (p.76).

Por lo tanto siento profunda empatía hacia aquellos de ustedes que están lo suficientemente libres de nuestra cultura como para reaccionar a la palabra hedonismo diciendo, “¡Ya basta! Nuestras casas, nuestras escuelas, nuestros negocios y nuestra sociedad están siendo destruidos por buscadores de autosatisfacción hedonística quienes no tienen el coraje moral, ni la auto-negación, ni el severo compromiso, ni la lealtad sacrificial que mantiene unida la preciosa estructura de la vida y que trae nobleza a nuestra
cultura. No necesitamos hedonismo; ¡necesitamos el regreso a la rectitud, la integridad, la prudencia, la justicia, la sobriedad, la firmeza, el dominio propio!” Créanme, probablemente estamos más de acuerdo de lo que se imaginan. Todo lo que pido es que me den un oído abierto y discerniente por nueve semanas antes de que pasen juicio final sobre el Hedonismo Cristiano.

A veces una ilustración vale más que mil palabras de definiciones abstractas. Así que en vez de darles una definición precisa de Hedonismo Cristiano permítame comenzar dando algunos ejemplos Bíblicos de
esto. David aconseja al Hedonismo Cristiano cuando manda, “Pon tu delicia en el SEÑOR, y El te dará las peticiones de tu corazón.” (Sal. 37:4) Y él demuestra la esencia del Hedonismo Cristiano cuando
exclama “Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente; ¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?” (Sal 42:1-2).

Moisés fue un Hedonista Cristiano (de acuerdo con Hebreos 11:24-27) porque rechazó los “placeres temporales” del pecado, “considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de
Egipto; porque tenía la mirada puesta en la recompensa.”. Los santos en Hebreos 10:34 fueron Hedonistas Cristianos porque escogieron arriesgar sus vidas visitando prisioneros Cristianos y aceptaron
gozosamente el despojo de sus propios bienes ya que sabían que ellos tenían una mejor y perdurable herencia. El apóstol Pablo comentó sobre el Hedonismo Cristiano cuando dijo en Romanos 12:8, el que
hace misericordia, lo haga con alegría. Y Jesucristo, el autor y consumador de nuestra fe, puso el estándar más grandioso de Hedonismo Cristiano porque su deleite está el temor del Señor (Is. 11:3) y, por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios (Heb. 12:2).
El Hedonismo Cristiano enseña que el deseo de ser feliz es dado por Dios y no debe ser negado o resistido, sino dirigido a Dios para satisfacción. El Hedonismo Cristiano no dice que cualquier cosa que
te guste es buena. Dice que Dios te ha mostrado lo que es bueno y el hacerlo debe traerte gozo (Miqueas 6:8). Y ya que el hacer la voluntad de Dios debe traerte gozo, la búsqueda del gozo es parte esencial de todo esfuerzo moral. Si abandonas la búsqueda del gozo (y por ende te niegas a ser un Hedonista, como yo uso el término) no puedes satisfacer la voluntad de Dios.

El Hedonismo Cristiano afirma que los santos más piadosos de cada época no han encontrado contradicción al decir, por un lado “POR CAUSA TUYA SOMOS PUESTOS A MUERTE TODO EL DIA; SOMOS CONSIDERADOS COMO OVEJAS PARA EL MATADERO.” (Rom 8:36) y por otro lado, “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!” (Fil. 4:4).
El Hedonismo Cristiano no se une a la cultura de auto-gratificación que te hace esclavo de tus impulsos pecaminosos. El Hedonismo Cristiano te manda a que no seas conformado a este siglo sino que seas transformado conforme a la renovación de nuestro entendimiento (Rom. 12:2) para que podamos deleitarnos al hacer la voluntad de nuestro Padre en los cielos. De acuerdo al Hedonismo Cristiano el gozo en Dios no es un ingrediente opcional del pastel del Cristianismo. Cuando lo meditas, el gozo de Dios es parte esencial de la fe salvadora.

ME CONVENCIO JESUCRISTO?

Publicado: 1 septiembre, 2010 en Adversidad, El Llamado

Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo (Lucas 10:20).

Jesucristo afirma: no te alegres por el éxito de tu servicio para mí, sino por tu  correcta relación conmigo. Mientras realizas la obra cristiana puedes caer en la trampa de regocijarte para el servicio exitoso, o porque Dios te ha usado.

Pero si tienes una relación correcta con Jesucristo, nunca podrás medir completamente lo que Dios va a hacer por medio de ti. Mantén tu comunión con EL  y en cualquier circunstancia que vivas, o con cualquier persona que te encuentres día tras día, EL hará fluir ríos de agua viva a través de ti (Juan 7:38), sin que lo sepas. Es por su misericordia que EL no te permite saberlo.

Cuando tienes una relación correcta con Dios por la salvación y la santificación, puedes recordar que, cualquiera que sea el lugar donde te encuentres, estas ahí porque EL te colocó en ese sitio.

Mediante tu reacción ante las circunstancias que te rodean cumplirás el propósito de Dios, mientras continúes andando en luz, como EL está en la luz, (ver Juan 1:7).

La tendencia actual es la de enfatizar el servicio. Cuídate de las personas que hacen de la utilidad el motivo de su interés. Si la utilidad es el patrón de medida, entonces Jesucristo fue el fracaso más grande que jamás haya existido.

La guía del creyente es Dios mismo, y no la utilidad estimada. Lo que vale es la obra que Dios hace por medio de nosotros y no lo que nosotros hacemos para EL. Todo lo que Jesucristo tiene pendiente en la vida de una persona es su valiosísimo parentesco con EL y con su Padre. Jesús está llevando muchos hijos a la gloria.(Hebreos 2:10)